Por Anwar Tapias Lakatt La Cuaresma es un tiempo litúrgico de carácter
penitencial y preparatorio, que vivimos durante cuarenta días, antes de entrar
en la Semana Santa, semana en que celebramos desde la entrada triunfal de
Cristo a Jerusalén hasta su gloriosa Resurrección. Este tiempo es precioso y
nos ayuda a hacernos fuertes espiritualmente, a la vez que nos ayuda al
desprendimiento de aquello con lo que luchamos por caminar a la santidad.
La Cuaresma como tiempo de preparación no es una celebración que veamos enseñada en la Biblia, sin embargo tiene un fuerte fundamento bíblico y su desarrollo atestiguado en la Tradición de la Iglesia. Cuando buscamos algo a la luz de la Escritura no tenemos necesariamente que encontrarlo de manera textual, sino entender si puede tener un fundamento con base en la Escritura y sobre todo, que no sea contrario al mensaje bíblico. La Cuaresma por tanto a quien tiene por centro es a Cristo, y bien nos enseña la Escritura: "Todo lo que puedan decir o realizar, háganlo siempre en nombre del Señor Jesús, dando gracias por él a Dios Padre" (Col 3, 17) Antes de remitirnos a la Cuaresma, debemos remitirnos a la Pascua de Resurrección, ya que es la celebración central de nuestra fe (1 Cor 15, 14). La Pascua siempre marcó para los cristianos, la celebración del triunfo de Cristo sobre la muerte: “Despójense de la vieja levadura, para ser una nueva masa, ya que ustedes mismos son como el pan sin levadura. Porque Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado. Celebremos, entonces, nuestra Pascua, no con la vieja levadura de la malicia y la perversidad, sino con los panes sin levadura de la pureza y la verdad”. (1 Cor 5, 7-8) Si bien esta cita no prueba una celebración anual de la Pascua de Resurrección, sí la importancia que la Pascua tenía para los primeros cristianos, para quienes tiene un sentido distinto al de la Pascua judía como cena o memorial. Para los judíos, la Pascua conmemoraba la salida del Egipto y según mandato bíblico la celebraban cada año el día 14 del mes de Nisán: Lo guardaréis [cordero] hasta el día catorce de este mes; y toda la asamblea de la comunidad de los israelitas lo inmolará entre dos luces… Así lo habéis de comer: ceñidas vuestras cinturas, calzados vuestros pies, y el bastón en vuestra mano; y lo comeréis de prisa. Es Pascua de Yahveh. (Ex 12, 6.11) Como vemos, los judíos celebraban la Pascua anualmente el día catorce de Nisán, e incluso Cristo mismo celebró la Pascua ese día según nos narran los sinópticos: Llegó el día de los Ácimos, en el que se debía inmolar la víctima pascual. Jesús envió a Pedro y a Juan, diciéndoles: "Vayan a prepararnos lo necesario para la comida pascual". (Lc 22, 7-8) Los cristianos venidos del judaísmo siguieron celebrando la Pascua (Institución de la Eucaristía) el 14 de Nisán (cayera domingo o no)[1], por lo que fueron llamados los cuaterdecenarios. Pero al mismo tiempo, los cristianos que no eran judíos fueron tomando conciencia de la importancia del acontecimiento de la Resurrección, el cual ocurrió un domingo (Lc 24, 1.6) y por ello, una tradición decidió celebrar la Pascua de Resurrección un domingo, mientras que otra tradición decidió mantener la fecha del 14 de Nisán para la Pascua. Esta divergencia de criterio llegó a tener enfrentados a los cristianos, al punto de darse un encuentro entre San Policarpo de Esmirna y el Papa Aniceto, en el siglo II, lo que narra Eusebio en su Historia Eclesiástica, citando una carta de San Ireneo de Lyon: Y hallándose en Roma el bienaventurado Policarpo en tiempos de Aniceto , surgieron entre los dos pequeñas divergencias, pero en seguida estuvieron en paz, sin que acerca de este capítulo se querellaran mutuamente, porque ni Aniceto podía convencer a Policarpo de no observar el día- como que siempre lo había observado, con Juan, discípulo de nuestro Señor, y con los demás apóstoles con quienes convivio-, ni tampoco Policarpo convenció a Aniceto de observarlo, pues este decía que debía mantener la costumbre de los presbíteros antecesores suyos. »Y a pesar de estar así las cosas, mutuamente comunicaban entre sí, y en la iglesia Aniceto cedió a Policarpo la celebración de la eucaristía, evidentemente por deferencia, y en paz se separaron el uno del otro; y paz tenía la Iglesia toda, así los que observaban el día como los que no lo observaban».[2] Esta diferencia incluso llegó a tornarse más complicada en tiempos del Papa Victor, quien escribió una carta a Polícrates de Efeso para que se celebrara la Pascua de Resurrección solamente en domingo, y no el catorce de Nisán, so pena de excomunión. Policrates reinvidicó con firmeza la costumbre de las Iglesias del Asia menor de mantener la fecha del 14 de Nisán de acuerdo a la tradición[3]. La situación fue tan crítica que debió intervenir San Ireneo de Lyon para calmar los ánimos y evitar un cisma. Será en el Concilio de Nicea en donde se fije fecha única para la celebración de la Pascua de Resurrección, quedando de esta manera: "Se celebraría el primer domingo después de la Luna llena que coincida o que suceda al equinoccio de primavera del hemisferio norte y en caso de que la Luna llena tuviera lugar en domingo, la Pascua se traslada al siguiente"[4] A partir de aquí, la fecha de la Pascua se tenía determinada. Queda entonces estudiar cómo se preparaba para esta celebración, pues es aquí en donde entramos a estudiar la Cuaresma La palabra “cuaresma” viene del latín quadragesima (francés: carême; italiano:quaresima; español: cuaresma), de mayor precisión que significa "cuarenta días", o, más literalmente, "el cuadragésimo día"[5]. Quiere decir que es posible que la palabra “cuaresma” por su propia etimología pueda ser usada en diferentes contextos, y no significa que siempre que la palabra “cuaresma” sea usada tiene que tener un sentido religioso o espiritual. Esta claridad es válida a la hora de derribar las muchas mentiras que los no católicos levantan contra la Cuaresma, como por ejemplo: La Cuaresma se originó en la antigua religión de los misterios de Babilonia. “Los cuarenta días de abstinencia de la Cuaresma fueron tomados directamente de los adoradores de la diosa babilónica… Parece que entre los paganos esta Cuaresma era una preparación indispensable para la gran fiesta anual en conmemoración de la muerte y la resurrección de Tamuz” (Las Dos Babilonias) Sobre esto hay que resaltar varias cosas. Es una estrategia anticatólica mencionar que pueblos paganos celebraban “cuaresma” sólo para decir que por 40 días celebraban algo. Con esto, quien hoy día ve que la Cuaresma es un tiempo litúrgico católico, pensará que todos los elementos y propuestas de la Iglesia para Cuaresma, eran así vividos por los paganos. Ya mencionamos que “cuaresma” viene de una palabra en latín que significa el cuadragésimo día, por lo que en sí, se asocia más a un lapso o período de tiempo que a un acontecimiento espiritual. Igual sucedería con distintas palabras que etimológicamente se asocien a duración de tiempo. Cuando el texto que mencionamos resalta a la “diosa babilónica” se refiere a Semiramis o Isthar, quien hizo un duelo de cuarenta días por la muerte de Nimrod (su esposo) que luego fue reencarnado en Tammuz (su hijo). Otra variante del mito dice que su esposa Isthar fue al inframundo para traer a la vida a Tammuz. Pero cuando revisamos cuál es la fuente de esta afirmación vemos que es de Alexander Hislop, protestante que escribió un libro contra la Iglesia y del que beben todas las páginas sectarias en internet. Si el uso de cuarenta asociado a duración de 40 días tuviera un trasfondo absolutamente pagano, entonces tendríamos que aceptar que es pagana la mención que hace la Biblia con este número y la duración de tiempo para narrar acontecimientos bíblicos, por poner a personajes como Noe, Mosiés o Elías, un tiempo con el número cuarenta. Incluso podría acusar a los evangelistas de paganismo por asegurar que Cristo duró en el desierto el mismo número de días que los antiguos paganos hacían sus cultos. Si esto es un despropósito, igual lo es acusar a la Cuaresma católica de conexiones con Babilonia, pero aun así insisten las acusaciones haciendo paralelo con cuaresmas egipcias: De hecho, esta Cuaresma egipcia de cuarenta días fue observada expresamente en honor a Osiris, también conocida como Adonis en Syria y Tammuz en Babilonia (Sabaean Researches, por John Landseer, pp. 111, 112). Es muy posible que en distintas culturas, algunas celebraciones pudieran tener una duración igual en días a las celebraciones cristianas, pero que de ahí se quiera evidenciar antecedentes o raíces, hay mucha distancia. Por poner un ejemplo podemos considerar que los egipcios celebraban el culto al Toro Apis por siete días: Los egipcios celebran la Fiesta del Toro Apis, que duraba siete días. Una multitud de personas se reunían en Memphis para ver a los sacerdotes, llevar el toro sagrado en una procesión sagrada entre la bienvenida de la multitud[6] Si luego leyéramos en la Escritura que los judíos celebraban la fiesta de los ázimos también por siete días, ¿tendríamos que pensar que esto es una paganización del culto egipcio, sólo porque duren los mismos días? No he conocido a ningún no católico acusar a los judíos de haber paganizado cultos egipcios en la celebración de la fiesta de los ázimos. La diferencia acá es que a los cuarenta días se les quiso llamar “cuaresma” y luego se le dio un enfoque religioso a la palabra. Y es curioso que los grupos sectarios sean capaces de recabar mitos para ver raíces paganas en las celebraciones católicas, sin saber que de lo mismo acusan los ateos a lo que narra la Biblia sobre Cristo. Y así como los sectarios llaman paganismo a la Cuaresma por supuestamente representar el luto por Tammuz, así los no creyentes acusan que Cristo es una réplica de Tammuz. Pero continuando con la supuesta referencia a Tammuz con que acusan las sectas: La Fiesta de Tamuz era usualmente celebrada en junio (también llamado el “mes de Tamuz”). La Cuaresma era celebrada 40 días antes de la fiesta, “celebrada con llanto y regocijo alternos”. Esta es la razón por la cual la Cuaresma significaba “primavera”; porque se llevaba a cabo desde la primavera hasta principios del verano. La Biblia registra a la antigua Judá adorando a este falso Mesías: “Y me llevó a la entrada de la puerta de la casa del Eterno, que está al norte; y he aquí mujeres que estaban allí sentadas endechando a Tamuz” (Eze. 8:14). ¡Esta fue una gran abominación ante los ojos de Dios! Sobre esto hay que precisar varias cosas, y para esto qué mejor que dejar que sea un pastor protestante quien les derribe el mito. El Pastor Joseph Abrahamson es graduado del Seminario teológico luterano de Bethany y del departamento de estudios semíticos y hebreos de la Universidad de Wisconsin, escribe: El ayuno de 40 días no procede del llamado "llanto de Tamuz" como afirma el escritor radical anticatólico romano Alexander Hislop, en su libro Las Dos Babilonias. Hislop formó mitos y conexiones de la nada a causa de su odio a la religión católica[7] Es decir, es cierto que las mujeres ejercían luto por Tamuz, y eso lo menciona la Biblia pero ¿dice la Biblia que lo hacían por 40 días? No. Entonces, ¿de dónde lo creen? De la obra de Hislop, y así hacen muchas páginas evangélicas y sectarias, que replican sin verificar realmente con qué fuentes cuenta Hislop. Los judíos en su calendario tienen un mes llamado Tammuz, esto es algo curioso. Los judíos adoptaron nombres babilónicos para su calendario cuando estuvieron desterrados, y el cuarto mes (contado a partir de Nisán) es el mes de Tammuz[8], aproximadamente hacia Julio. Este mes representa para los judíos el inicio de las tres semanas de duelo, ya que en ese mes ocurrió la destrucción del Templo, así como la destrucción de las tablas de la Ley por parte de Moisés, entre otras cosas[9]. En el último texto citado de los ataques sectarios se colocó: La Fiesta de Tamuz era usualmente celebrada en junio (también llamado el “mes de Tamuz”). La Cuaresma era celebrada 40 días antes de la fiesta, “celebrada con llanto y regocijo alternos”. Aquí por tanto, tenemos que supuestamente se tenían cuarenta días de llanto por Tammuz hasta que en Junio o Julio se celebraba su fiesta. Hislop va más allá en sus falsas acusaciones e introduce una ambigüedad respecto a la palabra Easter para decir que la Pascua era algo totalmente diferente: Ahora, veamos la Pascua. ¿Qué quiere decir el término Pascua Florida o Easter? No es un nombre cristiano, pues lleva en su misma frente su origen caldeo. Easter es nada menos que Astarté, uno de los títulos de Beltis, la reina del cielo, cuyo nombre, pronunciado por la gente de Nínive, era evidentemente idéntico al que ahora se emplea comúnmente en este país[10] Según Hislop, la palabra Easter significa Astarté, pero en su nota bibliográfica 61 expresa: El nombre de Easter es característico de las Islas Británicas. Quiere decir que a la Pascua se le llama Easter en el idioma inglés, y según la Wikipedia este término proviene del inglés antiguo, el cual puede fecharse en la Edad Media[11]. ¿De dónde sacó Hislop que Easter significa Astarté? De su odio contra la Iglesia Católica únicamente. Y aún más, que en una parte del mundo se le llame Easter y en otros se le llame Pascua, no es porque sean cosas diferentes sino sentido común de idiomas diferentes. Sigue Hislop: La fiesta de la cual leemos en la historia de la Iglesia con el nombre de Pascua era, en el siglo tercero o cuarto, bastante diferente de la que ahora se celebra en la Iglesia romana, pues en ese tiempo nadie la conocía por el nombre de Easter. Se le daba el nombre de Pascua, o la Pascua, y aunque no era una institución apostólica, fue observada muy pronto por muchos cristianos creyentes en conmemoración de la muerte y resurrección de Cristo. Sí, usted ha leído bien. Para Hislop, la Pascua no es lo mismo que Easter porque en ese tiempo (siglo III y IV), antes de la Edad Media, cuando aún se estaba forjando el inglés antiguo, nadie llamaba a la Pascua como Easter. Suena demasiado absurdo ese argumento pero tristemente los sectarios se lo creen. Toda esta antesala es por lo siguiente que comenta Hislop: Originalmente, esa fiesta tenía lugar en el tiempo de la pascua judía, cuando Cristo fue crucificado; período éste que, en los días de Tertuliano, a fines del siglo segundo, se creía que había ocurrido el 23 de marzo. Esa fiesta no era idólatra, y no estaba precedida por ninguna cuaresma Hislop nos está diciendo que la Pascua originalmente se celebraba en el tiempo de la Pascua judía pero que no era precedida por Cuaresma. Luego Hislop dirá: Parece que entre los paganos esta Cuaresma era una preparación indispensable para la gran fiesta anual en conmemoración de la muerte y de la resurrección de Tamuz, que se celebraba con alternación de llanto y regocijo y que, en muchos países se celebraba mucho más tarde que la fiesta cristiana. En Palestina y en Asiria se celebraba en junio, llamado por tanto el “mes de Tamuz. Aquí podemos empalmar las diferentes mentiras que se unen sobre Cuaresma, pues si la Cuaresma lo que rememora son los 40 días de luto por la muerte de Tammuz, cuya fecha es en Julio, cuarto mes judío, la cuaresma debía empezar mucho antes, por lo menos en mayo algo que jamás ha ocurrido, pues la Pascua de resurrección es el domingo posterior a la luna llena siguiente al 21 de marzo. Hay una incoherencia de fechas entre lo que se hacía respecto a Tammuz, con las fechas de la Cuaresma católica. Y en esto vuelvo a citar a autores protestantes: Nuevamente el pastor Abrahamson: El mes de Tamuz en el Antiguo Testamento es más o menos equivalente a nuestro mes de julio. Para mejor evidencia, fue cuando los paganos de Babilonia, y los hijos de Israel cayeron mencionados en Ezequiel 8:14 que "lloran por Tamuz". Además, este llanto se llevó a cabo en el segundo día de ese mes, justo después de la luna nueva. No por cuarenta días. [Lo dice un protestante] Dos hechos básicos: 1) El llanto por Tammuz no era una cosa de 40 días. Esa es la ficción de Hislop. 2) El mes de Tamuz es de 4 meses después de la Pascua. Ni siquiera están en la misma época del año. Comprendamos bien entonces lo que el pastor está afirmando: que no eran cuarenta días de luto sino uno solo, y que además es imposible que la Cuaresma tenga relación con Tammuz, pues siendo preparación a la Pascua, ¿cómo es que el luto por Tammuz se daba cuatro meses DESPUÉS de la Pascua? Es una incoherencia que nos quieren vender los sectarios. Y cito una obra bien anticatólica llamada: La religión de Babilonia: cómo una diosa babilónica llegó a ser la Virgen María. Y si bien el autor de esta obra considera a Hislop fuente fiable reconoce que muchas de las citas que investigó Hislop no se pueden hallar (vaya fuente confiable es Hislop). Pero lo interesante es que el autor menciona que utilizando una herramienta computacional desarrollada por Brandon Staggs, pudo encontrar referencias bibliográficas sobre Tammuz, que expongo a continuación[12]:· Easton, Biblie dictionary: En el calendario caldeo había un mes apartado en honor de su dios, del mes de junio a julio, el inicio del solsticio de verano. En esta festividad que duraba seis días, los adoradores, con lamentos y en voz alta, lloraban el funeral del dios y estaban sentados “endechando a Tammuz” (Ezequiel 8, 14)· International Standard Bible: Este duelo por Tammuz era celebrado en Babilonia, el segundo día del cuarto mes, que adquirió así el nombre de TammuzQuiere decir que un autor anticatólico que investigó fuentes encontró que el luto por Tammuz no duraba 40 días sino unos cuantos días, y que este luto asociado al mes de Tammuz era en julio y no cuarenta días antes de la Pascua que se celebraba en el mes de Nisán. ¿Qué podemos decir? Dos fuentes no católicas derribando el mito de las sectas.Luego de este análisis entremos a constatar cómo se fue desarrollando la Cuaresma. Debemos conceder que en la Iglesia primitiva no había Cuaresma, y no vemos problema en ello, así como tampoco es mandato apostólico celebrar una Pascua de resurrección de forma anual. Pero sí habían ayunos preparatorios a la celebración Pascual en los primeros siglos.El ayuno es una práctica difundida a lo largo de la Sagrada Escritura, y puesta en sentido de purificación y penitencia:“Pero aún ahora —oráculo del Señor— (Joel 2, 12)“Yo volví mi rostro hacia el Señor Dios para obtener una respuesta, con oraciones y súplicas, mediante el ayuno, el cilicio y las cenizas”. (Dan 9, 3)“Los ninivitas creyeron en Dios, decretaron un ayuno y se vistieron con ropa de penitencia, desde el más grande hasta el más pequeño” (Jon 3, 5)Cristo mismo hablará del ayuno de manera especial cuando le critiquen que los discípulos no lo hagan:Entonces se acercaron los discípulos de Juan y le dijeron: "¿Por qué tus discípulos no ayunan, como lo hacemos nosotros y los fariseos?" Jesús les respondió: "¿Acaso los amigos del esposo pueden estar tristes mientras el esposo está con ellos? Llegará el momento en que el esposo les será quitado, y entonces ayunarán. (Mt 9, 14-15) |