"Mira este corazón
mío, que a pesar de consumirse en amor abrasador por los
hombres, no recibe de los cristianos otra cosa que sacrilegio,
desprecio, indiferencia e ingratitud, aún en el mismo
sacramento de mi amor. Pero lo que traspasa mi Corazón
más desgarradamente es que estos insultos los recibo de personas consagradas especialmente a mi servicio."
|
|