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[1936] La Santísima Virgen me ha enseñado como debo prepararme para la fiesta de
la Natividad del Señor. La He visto hoy sin el Niñito Jesús; me ha dicho: Hija mía procura ser mansa y humilde para que Jesús que
vive continuamente en tu corazón pueda descansar. Adóralo en tu corazón, no
salgas de tu interior. Te obtendré, hija mía, la gracia de este tipo de vida
interior, que, sin abandonar tu interior, cumplas por fuera todos tus deberé
con mayor aplicación. Permanece continuamente con El en tu corazón. El será tu
fuerza. Mantén el contacto con las criaturas si la necesidad (191) y los
deberes lo exigen. Eres una morada agradable a Dios viviente, en la que
El permanece continuamente con amor y complacencia, y la presencia viva de Dios
que sientes de modo más vivo y evidente, te confirmara hija mía, en lo que
dicho. Trata de comportarte así hasta el día de la Navidad., y después El mismo
te dará a conocer como deberás tratar con El y unirte a Él.
1412 (43) + Con gran
celo me he preparado para celebrar la fiesta de la Inmaculada Concepción de la
Madre de Dios. He prestado más atención al recogimiento del espíritu y
meditando sobre este privilegio exclusivo de Ella; así que todo mi corazón se
sumergía en Ella, agradeciendo a Dios por haber concedido a María este
gran privilegio.
1413 Me he preparado
no solamente con la novena común que hace toda la comunidad, sino que me he
propuesto además saludarla mil veces al día, rezando cada día en su honor, mil
Avemarías durante nueve días.
805 La
Inmaculada Concepción
Desde la
mañana temprana sentía la cercanía de la Virgen Santísima. Durante la Santa Mía
la vi tan resplandeciente y bella que no encuentro palabras para expresar ni
siquiera la mínima parte de su belleza. Era toda blanca, ceñida con una faja
azul, el manto también azul, la corona en su cabeza, de toda la imagen
irradiaba un esplendor inconcebible. Soy la
Reina del Cielo y de la tierra, pero especialmente la madre [de su
congregación]. Me estrechó
a su corazón y dijo: Yo siempre me compadezco de
ti.
Sentí (202) la
fortaleza de su Inmaculado Corazón que se transmitió a mi alma. Ahora
comprendió porque desde hace dos semanas iba preparándome a esta fiesta y la
anhelaba tanto, Desde hoy procuraré la máxima pureza del alma, para que
os rayos de la gracia de Dios se reflejen con toda su claridad, ¿Dese ser el
cristal para encontrar complacencia ante sus ojos.
161 Oh María, Virgen Inmaculada,
Puro cristal para mi corazón,
Tú eres mi fuerza, oh ancla poderosa,
Tú eres el escudo y la defensa para el corazón débil.
Oh María, Tú eres pura e incomparable,
Virgen y Madre a la vez
Tú eres bella como el sol, sin mancha alguna,
Nada se puede comparar con la imagen de Tu alma
Tu belleza encantó el ojo del tres veces Santo,
Y bajó del cielo, abandonando el trono de la sede eterna,
Y tomó el cuerpo y la sangre de Tu Corazón,
Durante nueve meses escondiéndose en el Corazón de la Virgen
Oh Madre, Virgen, nadie comprenderá,
Que el inmenso Dios se hace hombre,
Sólo por amor y por su insondable misericordia,
A través de Ti, oh Madre, viviremos con Él eternamente.
Oh María, Virgen Madre y Puerta Celestial,
A través de Ti nos ha llegado la salvación
Todas las gracias brotan para nosotros
a través de Tus manos
Y me santificara solamente un fiel seguimiento de Ti
Oh María, Virgen, Azucena más bella,
Tu corazón fue el primer tabernáculo para Jesús en la tierra,
Y por eso porque Tu humildad fue la más profunda,
Y por eso fuiste elevada por encima de los coros de los ángeles y
de los santos.
Oh María, dulce Madre mía,
Te entrego el alma, el cuerpo y mi pobre corazón,
Sé [tú] la custodia de mi vida,
Y especialmente en la hora de la muerte,
En el último combate.